Lanzallamas



Prácticas con lanzallamas


Carta Nº10






Avricourt, 26 de abril de 1917

Querido hermano.

Luego de recorrer una zona militar y de observar lo mecanismos utilizados en la construcción de puentes de emergencias y esas cosas, me detuve a observar unas prácticas que un grupo de soldados franceses realizaban con lanzallamas.

Es increíble como el hombre inventa cosas para destruirse. El lanzallamas es un arma que causa terror en los soldados, las quemaduras que produce consumen hasta los huesos, los dolores son atroces, es como si el infierno lo tocara a uno. En esa práctica que observe, uno de los soldados, parece que cometió un error y las llamas lo alcanzaron por la parte baja de su uniforme, fue muy rápido, sus compañeros apagaron el fuego pero el ya se había quemado una de sus piernas, los gritos que lanzaba el pobre te harían estremecer. Imaginemos como seria en un campo de batalla, no quiero ni pensarlo.

El arma lanza un rayo de fuego que consume todo lo que está delante de su paso y lo hace rápidamente, solo deja cenizas y carbón, los soldados dejan una estela de fuego y destrucción y lo hace rápidamente, sin embargo, también los contrarios posees estas espantosas armas, he oído de enfrentamientos de soldados con lanzallamas, les llaman demonios de fuego.

Mañana nos van a presentar a un nuevo oficial, es norteamericano, quien va a estar a nuestro mando, creo que es ingeniero, no lo sé, ya te contare.

Por cierto dile a Efraín que cuando regrese le llevare los recuerdos que me pidió.

Saludos a todos.

Pdata. Mañana te escribo, todos los días pasa el cartero, que bueno, no?



Acotaciones.-

El lanzallamas, que llenaba de terror a los soldados franceses y británicos cuando era utilizado por el ejército alemán durante las fases tempranas de la Primera Guerra Mundial en 1914 y 1915 (y que rápidamente fue utilizado por ambos) no era un arma especialmente innovadora.

El lanzallamas fue inevitablemente rediseñado y perfeccionado durante los siglos siguientes, aunque los modelos vistos durante los días tempranos de la Primera Guerra Mundial fueron desarrollados durante el cambio de siglo del XIX al XX. Los alemanes probaron dos modelos de lanzallamas (o Flammenwerfer en alemán) al comienzo del siglo XX, uno grande y uno pequeño, ambos desarrollados por Richard Fielder.

El más pequeño y ligero Flammenwerfer (el Kleinflammenwerfer) fue diseñado para ser portátil y de un solo operario. Usando aire presurizado y dioxido de carbono o nitrogeno propelia un torrente de combustible en llamas hasta una distancia de 18 metros.

El modelo pesado de mayor tamaño (el Grossflammenwerfer) funcionaba sobre el mismo diseño del anterior pero no lo podía transportar una sola persona. Su máximo alcance era el doble del modelo reducido y podía ser operativo de manera constante durante unos, por aquel entonces, impresionantes cuarenta segundos, aunque se consideraba extremadamente caro debido a su alta consumición.

Tras las pruebas en 1900, el ejército alemán empezó a producirlo en serie para tres batallones de especialistas desde 1911 en adelante.

El primer uso notable del lanzallamas fue en un ataque sorpresa contra los ingleses en un pueblo de Holanda, Hooge. A las tres y cuarto de la madrugada el día 30 de julio de 1915 los alemanes hicieron uso efectivo de sus lanzallamas portátiles.

El efecto del ataque sorpresa con lanzallamas fue brutal para la oposición británica, aunque su frente, que retrocedió inicialmente, se estabilizó más tarde durante aquella misma noche. En dos días de combate intenso los británicos perdieron 31 oficiales y 751 oficiales de rango menor durante el ataque.

Gracias al éxito del ataque sobre Hooge el ejército alemán adoptó el uso de los lanzallamas en todos sus frentes. Los lanzallamas se utilizaban mayoritariamente para limpiar líneas enemigas de defensores antes de los ataques alemanes, precediendo a sus compañeros de infantería.

Eran innegablemente útiles cuando se usaban en distancias cortas, pero su uso no pasaba de allí, especialmente después de que los franceses y los británicos habían superado el miedo inicial que tuvieron ante su uso.

Los británicos, intrigados por las posibilidades que les ofrecían los lanzallamas, experimentaron con sus propios modelos. Antes de la ofensiva de Somme construyeron cuatro modelos (de dos toneladas de peso cada uno) montados sobre una trinchera construida en tierra de nadie a sesenta yardas de las líneas enemigas alemanas.




Lanzallamas utilizado por soldados alemaes en las trincheras


Reportaje alemán sobre el uso del lanzallamas


Lanzallamas francés sobre campo enemigo



práctica de lanzallamas por parte de soldados aliados



HECHOS CULMINANTES

28 de abril.- En tanto que los alemanes fortifican la nueva línea, los franceses e ingleses consolidadn las posiciones conquistadas. Durante el día no hubo acciones de infantería y sí reconocimientos y tanteos. Los italianos toman unas trincheras enemigas cerca de Tolmino.


0 Responses

Publicar un comentario

abcs