Regreso de Nice


Regreso del torneo de Nice

Carta Nº 9

9



23 de abril de 1917

Cesar, hermano, Como estas?

Ya termine un permiso de unos pocos días que me dieron, estuve en un torneo en la ciudad de Nice. Fue una semana encantadora, todos los que fuimos nos olvidamos por unos días del horror de la guerra. Algunos soldados y oficiales que conocí cuando vine a Francia, los he vuelto a ver y con pena me he enterado de otros que han fallecido en las batallas que se han desarrollado tiempo atrás. Cesar, este es el precio de la guerra.

Bueno, regrese al campamento de ingenieros del que salí hace días, y volví a encontrarme con la realidad pasmante de estos días, desde antes de partir, ya los desdichados habitantes de esta región devastada han oído y visto pasar de noche, por debajo de sus ventanas, grandes cañones que se retiraban de la línea de defensa. El trabajo de evacuación ha sido intenso y el tiempo lo favoreció. Las fuertes lluvias y las densas nubes dificultaron las exploraciones aéreas. El movimiento por las carreteras solo se realiza de noche. Las baterías pesadas eran sustituidas por obuses campales. A los alemanes no se les ocultaba la maniobra de los franceses; pero las condiciones del terreno no permitían emprender la extensa y violenta ofensiva que hubiese podido forzar a los aliados a empeñar todas sus fuerzas en una batalla que hubiese sido desastrosa. Los ingleses multiplicaban las ofensivas parciales y los golpes de mano. Apenas empezaron las condiciones climáticas emprendieron el ataque y el alto mando aliado ordeno la retirada.

También nos toca en cualquier momento integrarnos a la retirada, a lo lejos se oyen los estampidos de las explosiones, me recuerdan a los bramidos de nuestros volcanes en Ecuador, cuando salíamos de excursiones, te acuerdas?

Escribo rápido, porque ya oigo al correo francés preguntar quien va a enviar carta.

Mañana te escribo.

Saludos a todos.

Enrique.





Soldados ingleses observan el cuerpo de un aleman caido en un ataque un poco lejos del bosque de Avricourt


Soldados ingleses descansando después de una larga estancia en las trincheras


Ametralladoras montadas en carritos y trasladadas a un punto del frente anglo francés



Camilleros ingleses embarcando heridos y enfermos en un ferrocarril de campaña con destino a la próxima ambulancia, en las afueras del pueblo de Trescault.




HECHOS CULMINANTES


23 de abril.- Violentos combates en el frente francés.
Los ingleses se apoderandel pueblo de Trescault y de un parte del bosque de Avricourt.
Los franceses avanzan en el Camino de las Damas.
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