Relato de un combatiente

Relato de un combatiente

Carta Nº 8








Cesar, hermano mío.

Perdona que hay demorado en escribirte, pero ha sido porque acá ha habido grandes movimientos por lo que no he podido hacerlo.

Hoy conversé con un soldado inglés, de apellido Howard, un buen hombre, me conto lo que padecieron en la toma de una cresta llamada Vimy. Desde hace tiempo atrás los canadienses e ingleses miraban la terrible y torva cima enemiga como un gigante hostil, maligno que dominaba toda la región, según el era como una especie de Gibraltar clavado en su flanco. No podían adelantar por ningún punto de ese frente sin que se les hiriera por la espalda.

Hasta que el alto mando decidió tomarlo por asalto. No es posible describirte la profunda emoción del soldado. Luego me relato la terrible experiencia que tuvo en esa batalla.

Bill, que así se llama el soldado, cuando dieron la orden de atacar, los alemanes empezaron a lanzar toda clase de explosivos sobre las tropas de asalto. Sus granadas llegaban a los puntos más atestados de soldados. Mientras relataba, las lágrimas corrían por sus mejillas. Contaba que se los fusilaba sin piedad, era algo tan espantoso y lo peor que estaban a cielo descubierto, sus compañeros caían a montones, el enemigo salía de sus madrigueras en donde se protegían del bombardeo y con centenares de ametralladoras.

Bill, indico que las columnas atacantes se desplegaron en forma de abanico, ascendiendo hacia puntos previamente escogidos de la cresta, parecían inexorablemente detenidas desde el primer empuje. Como atravesar la ancha zona devastada, salvar la cortina de fuego, tomar las trincheras, ganar las alturas y coronarlas? Las ametralladoras enemigas arrojaban una lluvia de plomo, las granadas caían a centenares, las explosiones eran ininterrumpidas. Poco a poco los asaltantes ganaron un corto espacio de terreno. Se detenían, disparaban y a la carrera volvían a adelantar para descansar de nuevo. Desde luego, decía, se veía a los alemanes que se retiraban hacia la cúspide.

Era que las tropas invasoras ganaban terreno. Una de las columnas de ataque rompió la línea de defensa e hizo ondear la bandera sobre un árbol. Luego llegamos nosotros, éramos como fieras, disparábamos a todo lo que se movía, sentíamos ira por nuestros camaradas muertos al subir a esa horrible loma.

Aquí, Bill, ya no puedo seguir contándome, se acostó en el suelo y se quedó en silencia, César, yo me acerqué al borde del sitio de la batalla, era una escena espeluznante, los cadáveres ya habían sido retirados, los de los alemanes, enterrados en fosas comunes y los de los aliados, en fosas particulares, con sus nombres para luego identificarlos correctamente.

Bueno, hasta aquí te cuento lo que he estado observando, mañana nos iremos a inspeccionar unas líneas de trincheras, lejos del frente, la colocación de puentes, rieles para ferrocarriles y todas esas cosas.

Dile a tu esposa que ahí le mando el pañolón francés que me pidió que le mandara, saluda a Efraín, y ha de estar hecho todo un hombre.

Sabes, extraño a mi Ecuador querido, en medio de tanta pesadilla, quisiera estar en la paz de nuestros bosques de pino, en las afueras de Quito. Espero que terminemos pronto nuestro deber acá.

Si no te escribo pronto, es porque nos trasladaremos en estos días a otros puntos de esta atormentada tierra por la guerra.

Tu hermano, Enrique




Acotaciones.-

Durante la Primera Guerra Mundial, la cresta de Vimy, de 14 kilómetros de longitud, constituía un punto estratégico para el sistema de defensa alemán. La habían fortificado tan bien que durante los tres primeros años de la guerra fracasaron todas las tentativas de tomarla por parte de las fuerzas aliadas. La cresta ya había costado la vida a 130.000 soldados franceses y a 20.000 soldados británicos a principios del año 1916. Al llegar a Vimy a finales del año 1916, los 35.000 soldados canadienses sabían que los combates iban a ser muy duros. Los alemanes habían fortificado el terreno con construcciones de hormigón armado, alambradas de espino, trincheras, nidos de metralletas y túneles. También habían construido una vía férrea para transportar los víveres. Pero una vez tomada, la cuesta 145, que constituía el punto más elevado y el más importante de toda la cresta de Vimy, debía asegurar a los canadienses una posición dominante que les permitiera ver las defensas traseras de los alemanes en la llanura de Douai y las que se encontraban sobre la propia cresta.

El mayor general Currie fue enviado con el fin de estudiar los métodos de combate de las tropas francesas. Las observaciones desempeñaron un papel crucial en el desarrollo de la batalla. Cerca de Vimy, los soldados canadienses fueron formados para el combate cuerpo a cuerpo y para el uso de la bayoneta en las condiciones más reales posibles. Se redefinió la composición de las unidades, pasando los soldados de un pelotón que comprendía cuatro secciones de tiradores a otro con dos secciones de tiradores, una sección de ametralladores y una sección de granaderos. También se redefinió la doctrina sobre el uso de las metralletas. Los soldados pasaron de un uso defensivo a un uso ofensivo. Muy pronto, los soldados alemanes tuvieron que retirarse ante la nueva organización de sus enemigos, mucho más potente y ofensiva que la anterior.

El lunes de Pascua del 9 de abril de 1917, a las cinco y media de la mañana, los soldados canadienses salieron de sus trincheras mientras un fuerte viento del noroeste barría el campo con nieve y hielo. Detrás del fuego incesante de sus cañones y de sus metralletas, 20.000 soldados de las primeras oleadas de ataque de las cuatro divisiones canadienses avanzaron hacia las defensas alemanas y se enfrentaron con los supervivientes de la trinchera opuesta mediante granadas. Tan sólo dos horas de combates fueron necesarias para que tres de las cuatro divisiones canadienses alcanzaran sus objetivos, pero el 87 Batallón de la cuarta división canadiense fue seriamente herido por los nidos de metralletas y perdió la mitad de sus hombres. A pesar de todo, la mayor parte de los objetivos se alcanzó en la noche del 9 de abril. Los soldados canadienses repelieron dos contraataques antes de tomar posesión de los dos últimos lugares de resistencia tres días más tarde. Derrotado, el ejército alemán se retiró para instalarse a seis kilómetros de allí.

La victoria canadiense, aunque menor en el plano militar, fue la primera victoria del Canadá como nación independiente y le permitió afirmar su potencia.

El éxito de los canadienses en Vimy constituyó un momento clave para los Aliados. Un año y medio más tarde, la Gran Guerra se acababa. La victoria canadiense en Vimy suscitó en numerosos canadienses un sentimiento de orgullo nacional al respecto de la valentía de los ciudadanos-soldados de Canadá y un verdadero sentimiento de pertenencia nacional.

Algunas cifras :

3.598 soldados canadienses perdieron la vida en la toma de la cresta de Vimy y más de 5.000 fueron heridos.

Un soldado llevaba 40 kilos de material, 2 granadas y 30 cartuchos y ganaba 1,10 dólares en un día.

Hubo 20.000 soldados alemanes muertos y heridos.

60.000 canadienses perecieron durante la Gran Guerra.





Los soldados alertas antes del asalto a la cresta del monte Vimy


Bombas estallan encima de los combatientes


una granada cae encima de una trinchera


El asalto final


franceses que apoyaron al final a los canadinses e ingleses




Video por los noventa años de la batalla de Vimy


HECHOS CULMINANTES

8 de abril.- Continúa laretirada alemana a causa del avance de los anglo-franceses. Los italianos bombardean los campamentos enemigos del valle de Lagarina.

9 de abril.- Cuba declara la guerra a Alemania.

10 de abril.- Los ingleses rompen las líneas alemanas al norte de Arras, de apoderan de las crestas de Vimy, hacen 11.000 prisioneros y toman más de cien cañones, 60 morteros y 165 ametralladoras. Entre los prisioneros hay 235 oficiales. En los círculos diplomáticos sudamericanos se asegura que es inminente la ruptura de relaciones entre Brasil y Alemania.

12 de abril.- Los ingleses continúan progresando delante de Arras y ocupando nuevas posiciones, que los alemanes abandonan precipitadamente. El número de prisioneros asciende exactamente a 13.214. Ayer abandonaron los alemanes tres aldeas muy bien fortificadas y hoy los ingleses han tomado Monchy después de largo y victorioso combate. Los diputados y senadores norteamericanos han declarado al Presidente que las Cámaras votarán el empréstito de 7.000 millones de dólares que se considera indispensable para las primeras necesidades de la guerra.

13 de abril.- Los franceses empiezan un violento cañoneo entre Soissons y Reims. Los italianos sorprenden a un destacameto austriaco en el Carso y le hacen 120 prisioneros, entre ellosun comandante. Los campesinos rusos piden el reparto de tierras.

14 de abril.- Fracasa una tentativa austriaca para apoderarse de unas posiciones italianas en el alto Cismón. Los rusos e ingleses, después de un descanso de dos días, emprenden de nuevo las operaciones contra losturcos de Mesopotamia.


Los alemanes se retiran destruyendo todo a su paso

Los alemanes se retiran destruyendo todo a su paso


Postal Nº 4







Los soldados del Káiser están evacuando Francia, pero están ocasionando una destrucción sistemática por donde pasan.

Cesar, han destruido todos los puentes, ferrocarriles y carreteras. También han destruido los bosques para privar a los aliados del material necesario para las construcciones y fortificaciones. Las aldeas y pueblos fueron destruidos, lo propio que los campos, jardines y huertas por igual motivo. Así lo querían los militares alemanes.

Como era natural, solo dejaron los habitantes inhábiles para el servicio militar. Según ellos, seria cometer un crimen contra su seguridad, el dejar cientos de hombres que tomarían las armas en su contra. Esto es un ejemplo en la práctica de el interés sobrepuesto al sentimentalismo.

Abrazos hermano.





Acotaciones.-


El Presidente de los Estados Unidos, Mr. Wilson, pide al Congreso autorización para tomar las medidas necesarias para contestar a los actos de guerra de Alemania.


El 5 de Febrero último expuso oficialmente la extraordinaria declaración del Gobierno imperial alemán, según la cual, a partir del 1ro. de Febrero, tenía dicho Gobierno la intención de despreciar todas las consideraciones de legalidad o de humanidad, y servirse de sus submarinos para hundir cuantos buques intentaran aproximarse, ya a los puertos de Inglaterra, de Francia o de Italia, ya a los puertos occidentales de Europa, ya a los puertos vigilados por los enemigos de Alemania en el Mediterráneo.


Este parecía ser el objeto de la guerra submarina alemana en los primeros tiempos de las hostilidades; pero en el mes de Abril del año último el Gobierno imperial había impuesto a los jefes de las fuerzas submarinas algunas restricciones en relación con las promesas que se les habían hecho de que los barcos dedicados al transporte de pasajeros no serían echados a pique; que se daría un aviso en debida forma a todos los demás buque, que los submarinos tratasen de destruir, cuando no opusieran resistencia y no tratasen de escapar; que también se dejaría a las tripulaciones, cuando menos, la posibilidad de salvar la existencia utilizando los botes.


Las precauciones adoptadas fueron bien escasas, como lo prueban tristísimos ejemplos sobrevenidos en el curso de uno, procedimientos crueles e inhumanos. Sin embargo, entonces se observaban ciertas limitaciones. La nueva política adoptada las suprimió todas. Todo buque, cualquiera que fuese, cualesquiera, que fuesen la naturaleza de su cargamento y su consignación, ha sido implacablemente echado a pique sin haber recibido ningún aviso y sin que se prestase el menor auxilio a quienes se encontraban a bordo, ya amigos neutrales, ya beligerantes.


Durante algún tiempo se juzgó imposible que semejantes actos pudieran Realizarse, pues hasta entonces ningún Gobierno se había apartado en este punto de las costumbres corriente entre las naciones civilizadas.


El presidente Wilson declara:

“Señores miembros del Congreso:

He llenado un deber triste y penoso al dirigirme a vosotros. Quizás nos esperan no pocos meses de pruebas y de sacrificios dolorosos. Cosa temible es la de tener que conducir a nuestra grande y pacífica nación a la guerra, esta guerra, la más terrible y desastrosa de todas, y en que parece que está en juego hasta la misma civilización. Pero el derecho es una cosa más preciosa que la paz y lucharemos por lo que siempre ha sido más caro a nuestro corazón: por la democracia; por asegurar a cuantos están sometidos a una autoridad el derecho de que su voz sea atendida en los procedimientos de gobierno; por la libertad de las naciones pequeñas, por la implantación universal de la justicia, por una asociación de las naciones libres, por devolver la paz y la tranquilidad a todas las naciones y ver al mundo entero libre al fin.


»A esta tarea consagraremos nuestra, vida, nuestra fortuna, todo cuanto somos, con el orgullo de saber que al fin ha llegado la hora, en que dé América su sangre por el mismo principio a que debe la existencia, la dicha y la paz que ha podido gozar con la ayuda de Dios. No podemos obrar de otra manera.”




Los alemanes recibieron la orden de destruir y arrasar con todo antes de retirarse a sus líneas


Desolación y ruinas es el resultado de la retirada de los alemanes de la campiña


Lo que antes era un pueblo, ahora solo quedan ruinas


Destrucción tras la retirada de las tropas alemanas


Soldados tirando un cañón en persecución de los alemanes que huyen en retirada


HECHOS CULMINANTES

5 de abril.-
El Congreso y el Senado norteamericanos votan la declaración del Estado de Guerra con Alemania.
Austria-Hungría rompe las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos.
Los ingleses toman el pueblo de Lempire, cerca de San Quintín.

6 de abril.- Ingleses y rusos, éstos viniendo de Persia y aquellos de Bagdad, se reúnen a 120 kilómetros al NE. de dicha ciudad.
Los italianos toman cinco trincheras a los austriacos en el Carso.

abcs