Almorzando con el General Pershing

Almorzando con el General Pershing


Carta Nº 17









César


Hermano, recibí la carta que me enviaste, a pesar de todos los inconvenientes que existen actualmente en Francia, el servicio del correo es excelente. Me ha hecho gracia la petición que me haces, de que escriba, si es posible, todos los días, relatándote todo para que lo publiques en el periódico de Quito, ahora resulta que también soy reportero. Está bien, hermano, te escribiré muy seguido o mejor, te puedo enviar por paquetes las cartas.


Bueno, entonces, ya no escribo como familiar, sino como el nuevo reportero de guerra, que gracia no. Anteriormente te contaba que habían llegado los norteamericanos, con el general Pershing a la cabeza. Se les improvisó un campamento, que más tenía de vacacional que de militar. El general Pershing nos invitó a almorzar con él, pero después de que entregáramos nuestros informes y compartiéramos pareceres. Es un hombre dinámico, parece que nunca se cansa. Tiene tiempo para todo, en todo el tiempo de la reunión y luego durante el almuerzo no paraba de hablar. Cuando cogimos confianza, le pregunté el porqué le llamaban “el negro Pershing”, se lanzó una fuerte carcajada, me explicó que en Estados Unidos estaba al mando de un destacamento de gente de color y que algunos envidiosos le pusieron ese sobrenombre, pero que a él le daba igual.


Al terminar el almuerzo, agradeció a los oficiales franceses y a las autoridades de la ciudad por la espléndida acogida con la que los recibieron. El único momento en el que pareció que la reunión se iba a estropear fue cuando un general francés, no recuerdo su nombre, le preguntó cuando las tropas yanquis nos íbamos a integrar al ejército francés para luchar, pues así lo había afirmado el general Neville en un discurso en París. El general Pershing se levantó furioso y alzando la voz le dijo que los Estados Unidos no venían a ponerse a las órdenes de nadie, que sus soldados lucharían independientemente contra los alemanes y que tenía órdenes del presidente Wilson de organizar la avanzada preparando el camino, porque pronto vendrían como dos millones de soldados a Europa.


En un momento de descanso, me acerqué al general y conversamos un poco. Le conté de tu petición de que escribiera para que se publicase lo que te envíe, me dijo que para él no había problema, siempre y cuando no escriba nombres o lugares estratégicos ya que esto podría perjudicar el trayecto de la lucha y que yo podría pasar como espía, por lo que primero antes de mandarte alguna correspondencia, tenía que hacerla revisar por la oficina de censura y que para eso me daría un permiso especial.


Luego conversamos de nuestro Ecuador, me contaba que había escuchado del Ecuador en las clases de la Academia donde se graduó y que siempre había querido conocer algún día nuestro país. En sus tiempos de joven había estudiado las estrategias militares de los españoles y de los sudamericanos en la época de la independencia y que ciertas tácticas las había empleado en su lucha contra los insurgentes mejicanos.


Bueno, hermano, ahora sí, ya tengo el permiso de escribirte como reportero, a ver como lo hago, espero que les guste a todos, envíame el periódico en donde publiquen lo que te mando. Pronto todos viajaremos a París, el general Pershing nos ordena acompañarlo y desfilar junto con todos los soldados en la avenida principal de la capital de Francia. Bueno él es el jefe.


Aquí te mando una postal para Margarita y las que me pidió Efraín, saluda a mi cuñada y a toda la familia.




Enrique
(Ahora el corresponsal)




Soldados norteamericanos siendo instruidos por oficiales franceses



Los yankis aprendiendo el manejo de algunas armas modernas



Los americanos familiarizándose con las ametralladoras




Acotaciones.-


La lenta llegada de los soldados norteamericanos a Francia fue uno de los mayores escándalos de la Primera Guerra Mundial.


Durante casi tres años, millones de hombres habían estado luchando y muriendo en las trincheras de Europa. Sin embargo, cuando Estados Unidos entró en la Gran Guerra, no tenía prácticamente a nadie a quien enviar ayuda.



Júbilo en Estados Unidos por la entrada de ese país en la guerra


El ejército norteamericano en abril de 1917 tenía unos 128.000 oficiales y unos 101.000 guardias nacionales (una fuerza de policía de fronteras). No tenía unidades mayores que el regimiento. Nadie en EE.UU., ni siquiera el Presidente Wilson tiene idea de lo mucho que Gran Bretaña y Francia necesitan tropas norteamericanas.


Después de la declaración de guerra de los EE.UU. contra Alemania en 1917, Pershing que por entonces, tenía el grado de general, fue designado comandante en jefe de la fuerza expedicionaria americana.

Americano recibido por niños franceses


Los aliados piden a Estados Unidos 500.000 soldados que debían ser reclutados de inmediato y embarcados hasta Inglaterra. Ellos mismos los entrenarían poniéndolos al mando de oficiales británicos.


El Presidente de EE. UU., rechaza la petición de Gran Bretaña para entrenar y dirigir las tropas norteamericanas. En su lugar, nombra al general Pershing para que dirija las tropas estadounidenses en Europa.



Diploma que se le entregó a los voluntarios



En junio de 1917, Pershing llega a Francia sin ejército. Los líderes franceses e ingleses estaban furiosos. Necesitaban soldados y EE. UU. no enviaba hombres al frente. Pero a pesar de la frustración de los aliados, EE. UU. se mantuvo firme. Sabían que sin un ejército norteamericano independiente, no tendrían una voz importante acabada la guerra. Pershing les dice a los aliados que su ejército tardará un año en entrar a luchar. Los aliados escandalizados le dicen a Pershing que no saben cuánto mas podrán aguantar. Así, en Europa los soldados norteamericanos aún no se ven…y los dos millones de soldados que llegarían finalmente a Europa se enfrentaban a un tipo de combate que nunca habrían imaginado.



Soldado inglés, francés y americano en una revista


En el otoño de 1917, soldados norteamericanos en pequeños grupos comienzan a llegar a Europa, pero no son suficientes. El general John Pershing, pasa gran parte del año siguiente intentando instruir a sus soldados, a la vez que peleando con franceses y británicos por los planes estratégicos. Pershing, que es un tipo duro y terco, concluye que ingleses y franceses han desarrollado maniobras equivocadas en el campo de batalla.


Albert E. Powis, veterano de la Primera Guerra Mundial declaraba años después: Querían alejarnos, meternos en las unidades inglesas y francesas, y Pershing no lo consintió. Dijo ¡No. los norteamericanos van a luchar como norteamericanos para no perder nuestra identidad!.



Llegada de las tropas americanas a París


Estados Unidos era lento a la hora de construir campos de instrucción. Y cuando por fin la instrucción comienza en serio, las enfermedades causaron estragos entre los reclutas. En enero de 1918, Estados Unidos solo tiene 4 divisiones en la guerra. Apenas poco mas de 100.000 soldados que hasta ese momento, no marcan mucha diferencia en la lucha.


Los franceses casi pierden los estribos. Hubo un intento serio de firmar la paz por parte de Francia porque decidieron que los norteamericanos eran un puñado de inútiles y que nunca iban a enviar hombres. Hubo que esperar hasta la primavera y verano de 1918, momento en el que los soldados norteamericanos comienzan a marcar la diferencia en el frente. A últimos de mayo de 1918, Alemania estaba ganando indiscutiblemente la IGM pero algo cambia…


En julio de 1918, Estados Unidos por fín consigue hacer combatir a dos millones de hombres, que lucharían durante 200 días y cambiarían el rumbo de la guerra.





HECHOS CULMINANTES



2 de Julio. - Los ejércitos rusos emprenden una enérgica ofensiva, en Galitzia y derrotan a sus adversarios, apoderándose de una línea de trincheras y haciendo unos 10,000 prisioneros y tornando cañones, ametralladoras, lanzaminas, morteros y gran cantidad de municiones.

El hecho produce inmensa sensación en toda Europa porque evidencia que los rusos no firmarán una paz por separado, y que están dispuestos a continuar la guerra a toda costa.


3 de Julio. - Los rusos prosiguen la ofensiva y hacen retroceder al adversario. Toman dos aldeas y la segunda y tercera líneas de trincheras cerca de Brzezany. Reina, férvido entusiasmo en Rusia entera por la admirable conducta del ejército.

Los italianos atacan a sus contrarios cerca de Arsiero y les hacen 156 prisioneros.

En el Cáucaso los rusos toman también la ofensiva y derrotan a los turcos.

Cañoneo en el frente francés.

Las tropas griegas prestan juramento al nuevo Rey. Venizelos las arenga excitándolas a cumplir con su deber.


4 de Julio. - Los rusos vencen de nuevo a los austroalemanes y les hacen 3,500 prisioneros. Avanzan hacia Brzezany obligando a retroceder a sus contrarios

Un general traidor a la república china proclama la restauración del Imperio.


5 de Julio. - Los franceses recuperan algunas posiciones perdidas en el Camino de las Damas.

Los rusos obtienen nuevos triunfos y se apoderan de 4,200 prisioneros y más 50 cañones, entre ellos 12 de grueso calibre.

Combates de artillería en los frentes inglés e italiano.


6 de Julio. - El gobierno de Washington hace un adelanto de 100 millones de dólares a Inglaterra y otro de 60 millones a Italia

El emperador Guillermo II de Alemania llega a Viena para visitar a Carlos I de Austrio-Hungría.



7 de Julio. - El Parlamento del Canadá aprueba en segunda lectura el proyecto de ley del servicio militar obligatorio.

Los repúblicanos chinos, mandados por el anterior presidente del Consejo, han reunido tropas y marchan contra el emperador que acaba de ser proclamado.


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