Observando alrededor

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Carta Nº 3





Francia, 11 de marzo de 1917


Hermano

Como están todos en casa? Extraño mucho nuestros paseos familiares en la Alameda. La paz, el canto de los canarios, el jugar de los niños. No se compara en nada con el bullicio y el miedo que envuelven a los lugareños de acá.

El oficial, del cual estamos acompañados, nos mantiene enterados de todos los aconteceres de esta guerra, es más, no creo que necesitemos leer ningún periódico, pues el esta mas al tanto de todo.

Mientras hacíamos las observaciones respectivas para nuestro trabajo, empezaron a llegar algunos convoyes de soldados franceses y de prisioneros alemanes, estos llegaban enfermos, haraposos, habían pasado días sin comida y sin agua. Les dieron alfalfa como a las bestias. Estaban tan hambrientos que devoraban la horrible comida. Aseguraban aquellos desdichados que durante estos días habían muerto un gran número de sus compañeros, muchos ellos de cansancio.

Entre el convoy, habían dos prisioneros hermanos, que hablaban el español y que pertenecían a una opulenta familia de descendencia argentina. De siete miembros de la misma que habían venido a combatir, cinco habían muerto en la lucha.

De las noticias que escuche, es que los franceses y los ingleses has asestado formidables golpes al frente alemán, hundiendo y desbaratando sus defensas. Los soldados entusiasmados al contemplar la intrepidez de sus compañeros, han reaccionado con fuerza y en un arranque magnifico han realizado una maniobra admirable que ha hecho retroceder precipitadamente a los teutones del terreno que invadieran y que han devastado al partir.

Hemos llegado a un pueblo que fue recuperado a los alemanes, es increíble la capacidad de destrucción que posee el hombre. han desaparecido tejados y campanarios y se llega de improviso a unas ruinas que producen horror e irá a un tiempo. Entre el cascote aparecen astillas. Son los muebles de los campesinos, destrozados por el enemigo.

Son los muebles de los campesinos, destrozados por el enemigo. Hasta las maquinas agrícolas fueron despedazadas y convertidas en inútiles hierros, yacen en el suelo. Las bellas y antiguas moradas señoriales que levantaban por encima de la arboleda de los parques son pináculos agudos, están convertidas en escombros ennegrecidos, y en sus paredes o en las columnas de su fachada, letreros alemanes indican la residencia de una jefatura. Al marcharse, los Estados Mayores alemanes incendiaron las casas que les sirvieron de albergue.

Cerca de donde estoy, había un lindo castillo de la época de Luis XIII, solo queda del edificio una piedra sepulcral, arrancada de un alveolo, indica que allí se violó una sepultura. El saqueo entro en la fúnebre pirámide, abrió los sarcófagos y esparció trozos de sudario en torno de la majestad de la muerte.

Bueno, te seguiré escribiendo, hermanos, saluda a la familia.



Habitantes de una población francesa conquistada por los ingleses afluyendo en masa
a recibir a sus libertadores


Vista de un pueblo recuperado por los ingleses en su irresistible avance


Ruinas del mismo pueblo reconquistado por los britanos


Restos de una magnífica explotación agrícola establecida en un
punto del frente occidental de Francia



HECHOS CULMINANTES


11 de marzo.-
Rumanos y alemanes se disputan la posesión de los montes de Okna.

Los ingleses han entrado en Bagdad después de haber ahuyentado a los restos del ejército turco. Esta noticia produce penosa impresión en Constantinopla y en Berlín.



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